Osteogenesis imperfecta

Fuente

Este artículo es originalmente publicado en:

 

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28820180

http://www.nature.com/articles/nrdp201752

 

De:

 

Marini JC1, Forlino A2, Bächinger HP3, Bishop NJ4, Byers PH5, Paepe A6, Fassier F7, Fratzl-Zelman N8, Kozloff KM9, Krakow D10, Montpetit K11, Semler O12.

2017 Aug 18;3:17052. doi: 10.1038/nrdp.2017.52.

 

Todos los derechos reservados para:

© 2017 Macmillan Publishers Limited, part of Springer Nature. All rights reserved.

 

 

Abstract

Skeletal deformity and bone fragility are the hallmarks of the brittle bone dysplasia osteogenesis imperfecta. The diagnosis of osteogenesis imperfecta usually depends on family history and clinical presentation characterized by a fracture (or fractures) during the prenatal period, at birth or in early childhood; genetic tests can confirm diagnosis. Osteogenesis imperfecta is caused by dominant autosomal mutations in the type I collagen coding genes (COL1A1 and COL1A2) in about 85% of individuals, affecting collagen quantity or structure. In the past decade, (mostly) recessive, dominant and X-linked defects in a wide variety of genes encoding proteins involved in type I collagen synthesis, processing, secretion and post-translational modification, as well as in proteins that regulate the differentiation and activity of bone-forming cells have been shown to cause osteogenesis imperfecta. The large number of causative genes has complicated the classic classification of the disease, and although a new genetic classification system is widely used, it is still debated. Phenotypic manifestations in many organs, in addition to bone, are reported, such as abnormalities in the cardiovascular and pulmonary systems, skin fragility, muscle weakness, hearing loss and dentinogenesis imperfecta. Management involves surgical and medical treatment of skeletal abnormalities, and treatment of other complications. More innovative approaches based on gene and cell therapy, and signalling pathway alterations, are under investigation.

 

 

Resumen


La deformidad esquelética y la fragilidad ósea son las características de la osteogénesis imperfecta de la displasia del hueso quebradizo. El diagnóstico de osteogénesis imperfecta generalmente depende de la historia familiar y la presentación clínica caracterizada por una fractura (o fracturas) durante el período prenatal, al nacer o en la primera infancia; las pruebas genéticas pueden confirmar el diagnóstico. La osteogénesis imperfecta es causada por mutaciones autosómicas dominantes en los genes codificantes del colágeno tipo I (COL1A1 y COL1A2) en alrededor del 85% de los individuos, afectando la cantidad o estructura del colágeno. En la década pasada, los defectos (principalmente) recesivos, dominantes y ligados a X en una amplia variedad de genes que codifican proteínas implicadas en la síntesis, procesamiento, secreción y modificación post-traduccional del colágeno tipo I, así como en proteínas que regulan la diferenciación y se ha demostrado que la actividad de las células formadoras de hueso causa osteogénesis imperfecta. El gran número de genes causantes ha complicado la clasificación clásica de la enfermedad, y aunque un nuevo sistema de clasificación genética es ampliamente utilizado, todavía se debate. Se reportan manifestaciones fenotípicas en muchos órganos, además del hueso, como anormalidades en los sistemas cardiovascular y pulmonar, fragilidad de la piel, debilidad muscular, pérdida auditiva y dentinogénesis imperfecta. La gestión implica el tratamiento quirúrgico y médico de las anomalías esqueléticas, y el tratamiento de otras complicaciones. Se están investigando enfoques más innovadores basados ​​en la terapia de genes y células y las alteraciones de la vía de señalización.

 

PMID:  28820180   DOI:   10.1038/nrdp.2017.52