An evaluation of prenatal ultrasound screening for CTEV

http://www.bjj.boneandjoint.org.uk/content/96-B/7/984.abstract

The Bone & Joint Journal

A prenatal fetal anomaly ultrasound screening diagnosis of CTEV has a good positive predictive value enabling prenatal counselling

El pie equino varo congénito (CTEV) es una de las deformidades de las extremidades congénitas más comunes. Se revisaron las historias de los niños que habían recibido tratamiento para CTEV estructural del 1 de enero 2007 y 30 de noviembre de 2012. Esto fue una referencia cruzada con las exploraciones prenatales de las madres durante un período de tiempo correspondiente. Se investigó la sensibilidad, la especificidad y los valores predictivos positivos y negativos de la exploración anomalía fetal para la detección de CTEV y exploramos si la publicación de las directrices del programa de detección de anomalías fetales en 2010 afectó a la tasa de detección.

Durante el período de estudio hubo 95 532 exploraciones prenatales y 34 373 nacidos vivos en nuestro hospital. Un total de 37 fetos con hallazgos sugestivos de CTEV fueron incluidos en el estudio, de los cuales 30 fueron encontrados para tener CTEV estructural en el nacimiento. La sensibilidad de la detección de CTEV fue del 71,4% y el valor predictivo positivo fue del 81,1%. El valor predictivo negativo y la especificidad fueron más del 99,5%. No hubo diferencia significativa entre las tasas de detección antes y después de la publicación de las directrices (p = 0,5).

Llegamos a la conclusión de que una ecografía fetal anomalía diagnóstico la detección prenatal de CTEV tiene un buen valor predictivo positivo permitiendo la consejería prenatal. El cambio en la orientación de detección no ha afectado a la proporción de casos perdidos. Esta información ayudará a asesorar a los padres sobre la eficacia y la precisión de la ecografía en el diagnóstico prenatal CTEV.

Congenital Talipes Equinovarus (CTEV) is one of the most common congenital limb deformities. We reviewed the records of infants who had received treatment for structural CTEV between 1 January 2007 and 30 November 2012. This was cross-referenced with the prenatal scans of mothers over a corresponding period of time. We investigated the sensitivity, specificity, and positive and negative predictive values of the fetal anomaly scan for the detection of CTEV and explored whether the publication of Fetal Anomaly Screening Programme guidelines in 2010 affected the rate of detection.

During the study period there were 95 532 prenatal scans and 34 373 live births at our hospital. A total of 37 fetuses with findings suggestive of CTEV were included in the study, of whom 30 were found to have structural CTEV at birth. The sensitivity of screening for CTEV was 71.4% and the positive predictive value was 81.1%. The negative predictive value and specificity were more than 99.5%. There was no significant difference between the rates of detection before and after publication of the guidelines (p = 0.5).

We conclude that a prenatal fetal anomaly ultrasound screening diagnosis of CTEV has a good positive predictive value enabling prenatal counselling. The change in screening guidance has not affected the proportion of missed cases. This information will aid counselling parents about the effectiveness and accuracy of prenatal ultrasound in diagnosing CTEV.